La primavera es una de las mejores épocas para visitar Jaca. Con la llegada del buen tiempo, la naturaleza despierta y ofrece un espectáculo de colores y aromas que invitan a disfrutar del aire libre.
Si estás planeando una escapada, aquí te dejamos algunas actividades que no te puedes perder, incluyendo rincones menos conocidos pero igual de fascinantes que los más machacados en Instagram.
Senderismo entre paisajes espectaculares
Los senderos del Pirineo Aragonés se llenan de vida en primavera. Si buscas algo diferente, te recomendamos el Bosque del Betato, un rincón mágico cerca de Piedrafita de Jaca, donde un sendero de cuento atraviesa un frondoso bosque de hayas, envuelto en una atmósfera de misterio y leyenda.
Otra opción única es la Ruta al Refugio de los Ibones de Bachimaña y el Ibón de Lumiacha, una excursión espectacular que parte desde Baños de Panticosa. Este recorrido te llevará a través de paisajes de alta montaña hasta los ibones, lagos de origen glaciar con aguas cristalinas rodeados de picos imponentes. Es una opción ideal para quienes buscan una caminata más exigente, pero con una recompensa visual inigualable en plena naturaleza pirenaica.
Explorar pueblos con encanto
Más allá de Jaca, hay pequeños pueblos que parecen sacados de un cuento. Un tesoro escondido es Bergosa, un pueblo deshabitado donde podrás sentir la historia y la soledad de la montaña.
También merece la pena visitar Aísa, un encantador pueblo de arquitectura tradicional donde el tiempo parece haberse detenido. Sus calles de piedra, sus fuentes y la tranquilidad del entorno lo convierten en un lugar perfecto para desconectar. Además, desde Aísa se pueden realizar rutas de senderismo increíbles, como la subida a los valles de Igüer y Rigüelo, ideales para contemplar la majestuosidad de los Pirineos en primavera.
Deportes de aventura y contacto con la naturaleza
Para los más activos, la primavera es perfecta para probar deportes como el barranquismo en la Foz de Fago, una experiencia única lejos de las rutas más populares. Si prefieres algo más relajado, anímate a una ruta a caballo por los valles cercanos, como las que se pueden hacer en el Valle del Aragón y la Garcipollera, donde la tranquilidad y el paisaje te harán desconectar por completo.
Con el deshielo comienza la temporada de rafting, una experiencia emocionante en los ríos del Pirineo. El río Gállego es uno de los mejores lugares para practicar este deporte, con tramos de diferente dificultad aptos tanto para principiantes como para expertos. Disfrutarás de la fuerza del agua y de un paisaje espectacular en plena primavera.
Degustar la gastronomía local como un jacetano
La llegada del buen tiempo también es la excusa perfecta para sentarse en una terraza y disfrutar de la gastronomía de la zona. Más allá de los restaurantes más conocidos, te recomendamos buscar pequeños mesones familiares donde se cocinan recetas tradicionales con mimo. Entra en un ultramarinos local y prueba embutidos artesanos o pregunta por la «migas de pastor» en un restaurante de los pueblos cercanos.
Otra opción auténtica es visitar una de las bordas del Pirineo, antiguas construcciones de pastores reconvertidas en acogedores restaurantes donde se sirven carnes a la brasa, guisos caseros y postres tradicionales en un entorno rústico y acogedor. Es el lugar perfecto para disfrutar de una comida en plena naturaleza con productos de proximidad y un ambiente único.
Excursiones fuera de lo común
Desde Jaca, en primavera se pueden hacer excursiones maravillosas. Más allá de los lugares más turísticos, prueba a visitar el desconocido Bosque de Gamueta, en la Selva de Oza, un rincón mágico de hayas y abetos centenarios que te hará sentir en otro mundo. O acércate a la Cueva de las Guixas, en Villanúa, donde podrás adentrarte en el corazón de la montaña y descubrir formaciones sorprendentes.
Si buscas una actividad original y diferente en familia, una opción especial es explorar las Gorges de Kakuetta, en el Valle del Aspe. Este impresionante desfiladero ofrece un recorrido entre pasarelas de madera y senderos rodeados de acantilados, cascadas y una exuberante vegetación que parece sacada de un cuento de hadas. Es un paseo accesible y fascinante para todas las edades, ideal para vivir una aventura en plena naturaleza y descubrir una de las joyas más desconocidas del Pirineo francés.
Disfrutar de eventos locales y la auténtica vida local
La primavera también trae consigo diversas celebraciones y eventos en Jaca. Entre ellos, la Semana Santa destaca por la sobrecogedora procesión del Santo Entierro, que se celebra en un ambiente de recogimiento y solemnidad. El sonido de los tambores y la iluminación de las calles del casco histórico crean un espectáculo visual y emocional único. © Foto: semanasantajaca.es
Siguiendo con las tradiciones, otro evento de gran interés son las Navatas o Almadías, antiguas embarcaciones de troncos que se utilizaban para transportar madera por los ríos del Pirineo. Hoy en día, esta práctica se ha convertido en una fiesta cultural y cada primavera se realizan descensos en el río Gállego y el Aragón Subordán. Observar a los navateros manejando estas enormes estructuras de madera por las aguas bravas es un espectáculo impresionante, una experiencia auténtica que conecta con la historia y la identidad de la región.
Finalmente, no podemos olvidar la Fiesta del Primer Viernes de Mayo, una de las festividades más esperadas por los jacetanos. Esta celebración conmemora la victoria sobre las tropas musulmanas en el siglo VIII y se vive con gran intensidad en la ciudad. Un colorido desfile de tropas medievales convierte esta jornada en una de las más especiales del año.
Si estás buscando el lugar ideal para disfrutar de la primavera, Jaca es una opción perfecta. Naturaleza, cultura, aventura y gastronomía se combinan para ofrecerte una experiencia inolvidable. ¡Te esperamos en el Hotel Oroel & Spa y en el Gran Hotel de Jaca para que vivas esta estación de la mejor manera!
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