La Estación Internacional de Canfranc, a pocos kilómetros de Jaca, es uno de los edificios más emblemáticos y fascinantes que podemos encontrar en los Pirineos. Inaugurada en 1928, esta majestuosa estación fue concebida como un ambicioso proyecto para conectar España y Francia a través de los la frontera natural que suponían los Pirineos y, con una longitud de 241 metros, 365 ventanas y 156 puertas, se convirtió en un hito de la época.

El edificio, de estilo neoclásico y art decó, impresiona por su monumentalidad y su belleza arquitectónica. A lo largo de los años, la Estación de Canfranc ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos, desde su esplendor inicial hasta su declive tras el cierre de la línea internacional en 1970, lo que la sumió en un largo periodo de abandono.

Hoy en día, la estación ha sido restaurada y rehabilitada, convirtiéndose en un destino turístico de gran interés. Su historia y su arquitectura atraen a miles de visitantes cada año, que pueden explorar sus andenes, admirar su imponente fachada y descubrir las historias que la rodean. Además, el entorno natural que la rodea, con los impresionantes paisajes de los Pirineos, ofrece numerosas oportunidades para el senderismo, el esquí y otras actividades al aire libre.

Visitar la Estación de Canfranc es una de las muchas propuestas que podrás disfrutar durante tu estancia en Jaca. En septiembre, descubre nuestros alojamientos : Oroel Hotel & SPA y el Gran Hotel de Jaca desde los que podrás visitar algunos de los lugares más especiales del Pirineo, descansar y relajarte en su spa, disfrutar de la gastronomía y el patrimonio de Jaca, ir de compras, recorrer sus rutas y senderos…

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Desde tapas tradicionales como el jamón con chorreras, la gamba con bechamel o la famosa Garboure de los Pirineos franceses, hasta platos vanguardistas como el ceviche de corvina o los noodles con pollo teriyaki, sin olvidarnos de nuestras hamburguesas “premiun”. Una amplia variedad de sabores y texturas con el toque altoaragonés que caracteriza la cocina.